Empezamos el dia buscando un taxi compartido para llegar a Fergana. Solo hay don maneras posibles para nosotros: avion o taxi compartido. Como lo del avion no nos apetece, elegimos la opcion B. Coincidimos con un holandes solitario y escurrido y pagamos la cuarta plaza entre los tres, para ir mas comodos. Se llama Mathew, que casualidad, y es ingeniero. Pero tambien es un seco en todos los sentidos (hasta los labios los tiene secos) y en 5h de viaje no nos cuenta nada. Sin embargo, nuestro taxista, con sus dientes de oro, es mas majo y nos ensenya a contar en ruso: adin, dra, tris, chitiri, piet... (transcripcion fonetico-muricana y aproximada). Por cierto, madre, sabes que he descubierto? Que el ruso se parece mucho a eso que aprendimos nosotros como yugoslavo. Dicen gospodin y gozpocha, por ejemplo, y el agua es voda. La verdad es que es de lo unico que me acuerdo y se dice igual. Ah, el viaje lo hacemos sin aire acondicionado, con una temperatura exterior que rondara los 40 grados. Un infierno.
Como os contaba en la entrada anterior, el Valle de Fergana es el corazon de la ruta de la seda. La guia lo llama el km 0. Asi que yo me moria de ganas de venir. Pero la llegada ha sido un poco decepcionante. Para empezar, solo hay 3 hoteles en la zona, a cual mas caro, hortera y lleno de guiris con cahncletas, que desembarcan directamente en el aeropuerto de Fergana, recogen en autobus, pasean por la vieja fabrica de seda, y de vuelta al hotel y al aeropuerto sin haber pisado la calle. Nos quedamos en el menos malo de los tres, que esta en Margilon. Se llama hotel Adrass y no esta mal aunque nos clavan 50 dolares por una habitacion peor que la del Orzu de Tashken.
Que los guiris no pisen la calle nos beneficia mucho, nos damos cuenta mada mas salir del hotel. La gente es absolutamente encantadora y tienen una curiosidad infinita por nosotros. Se esfuerzan por entendernos y hasta nos llevan en su coche de una punta a otra del pueblo. Gracias, Husseim!
Eso si, parece que aqui la religion esta mas presente que en Tashken. La guia dice que esto es el nucleo duro del integrismo musulman pero lo unico que notamos en la calle es que la mayoria de mujeres llevan panyuelo y los hombres ese gorro blanco pequenyo, como de ganchillo (que no se como se llama). Nada mas. Ni hay mas mezquitas, ni te miran mal si vas con manga corta, como habiamos leido en los foros de internet, ni tonterias de esas. Eso si, no hablan ruso porque lo que si es verdad es que de aqui ha salido la unica gente que ha intentado pararle los pies a este gobierno y a los anteriores. Asi que todos nuestros avances con el idioma de los zares no nos sirven. Pero da igual. Son tan amables que se esfuerzan todo el tiempo en ayudarnos y entendernos. Tampoco hay muchos rusos-rusos, menos mal. Porque la mezcla india, china, turca y arabe, que es lo que se ve por aqui, es mucho mas interesante. Las mujeres tienen una elegancia increible y hoy, ademas, las hemos visto bailar y me han dejado hechizada. Habia una fiesta en la plaza del pueblo y las mujeres y las ninyas bailaban al ritmo de los que se turnaban para cantar. El baile es maravilloso pero la musica no tanto, la verdad, al cabo de escucharles un rato meha dado dolor de cabeza. Sera que el equipo de sonido era malo. Mateo se ha vuelto loco haciendo fotos. Y encima nos dejaban ponernos en primera fila para que hicieramos mejores fotos. Y nos miraban la camara y nos las aplaudian o corregian, segun les pareciese. A mi una mujer me ha hecho repetir una porque se me ha ocurrido hacerla torcida y descentrada!
Como os contaba en la entrada anterior, el Valle de Fergana es el corazon de la ruta de la seda. La guia lo llama el km 0. Asi que yo me moria de ganas de venir. Pero la llegada ha sido un poco decepcionante. Para empezar, solo hay 3 hoteles en la zona, a cual mas caro, hortera y lleno de guiris con cahncletas, que desembarcan directamente en el aeropuerto de Fergana, recogen en autobus, pasean por la vieja fabrica de seda, y de vuelta al hotel y al aeropuerto sin haber pisado la calle. Nos quedamos en el menos malo de los tres, que esta en Margilon. Se llama hotel Adrass y no esta mal aunque nos clavan 50 dolares por una habitacion peor que la del Orzu de Tashken.
Que los guiris no pisen la calle nos beneficia mucho, nos damos cuenta mada mas salir del hotel. La gente es absolutamente encantadora y tienen una curiosidad infinita por nosotros. Se esfuerzan por entendernos y hasta nos llevan en su coche de una punta a otra del pueblo. Gracias, Husseim!
Eso si, parece que aqui la religion esta mas presente que en Tashken. La guia dice que esto es el nucleo duro del integrismo musulman pero lo unico que notamos en la calle es que la mayoria de mujeres llevan panyuelo y los hombres ese gorro blanco pequenyo, como de ganchillo (que no se como se llama). Nada mas. Ni hay mas mezquitas, ni te miran mal si vas con manga corta, como habiamos leido en los foros de internet, ni tonterias de esas. Eso si, no hablan ruso porque lo que si es verdad es que de aqui ha salido la unica gente que ha intentado pararle los pies a este gobierno y a los anteriores. Asi que todos nuestros avances con el idioma de los zares no nos sirven. Pero da igual. Son tan amables que se esfuerzan todo el tiempo en ayudarnos y entendernos. Tampoco hay muchos rusos-rusos, menos mal. Porque la mezcla india, china, turca y arabe, que es lo que se ve por aqui, es mucho mas interesante. Las mujeres tienen una elegancia increible y hoy, ademas, las hemos visto bailar y me han dejado hechizada. Habia una fiesta en la plaza del pueblo y las mujeres y las ninyas bailaban al ritmo de los que se turnaban para cantar. El baile es maravilloso pero la musica no tanto, la verdad, al cabo de escucharles un rato meha dado dolor de cabeza. Sera que el equipo de sonido era malo. Mateo se ha vuelto loco haciendo fotos. Y encima nos dejaban ponernos en primera fila para que hicieramos mejores fotos. Y nos miraban la camara y nos las aplaudian o corregian, segun les pareciese. A mi una mujer me ha hecho repetir una porque se me ha ocurrido hacerla torcida y descentrada!
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