El viaje se acaba y os escribo ya desde el hotel del aeropuerto, donde hemos decidido alojarnos porque mañana temprano sale nuestro avión. La sorpresa es que nos han ofrecido una suite por el mismo precio que una habitación standard y aquí estamos con cara de tontos, tomándonos un té mientras navegamos desde nuestro salón privado (Mateo está intentando hacer el chek-in online). Ironías de la vida, es el mismo hotel en el que la primera noche supliqué una habitación, aunque fuera el cuarto de la limpieza, y no me dieron nada. Y hoy, una suite de regalo!
Mamí, leemos todos tus comentarios y recibimos encantados las felicitaciones para Mateo. Muchas gracias!!! Precisamente venimos de celebrar su cumpleaños en Egirdir, una pequeña población en el distrito de los lagos, en Anatolia, ya en el interior, con una barra de arena y una isla al final, comunicada por una estrecha carretera. Algo parecido a lo que debió ser La Manga en sus orígenes, antes de que se la cargaran, pero a la orilla de un lago, con un fresquito más rico que hacía!. Allí nos refugiamos, en busca de paz (y fresco), y la encontramos. Con apenas un puñado de casas y una pocas pensiones (nosotros elegimos la Choo Choo, inolvidable nombre! han sido encantadores y hemos tenido una de las mejores habitaciones del viaje), y rodeados de agua por todas partes, fue el mejor destino posible para estar tranquilos en nuestra penúltima noche en Turquía.
El día antes seguimos bordeando la costa y fuimos a Cirali (una playa sin pueblo, con un montón de casas monísimas a los lados de la carretera que conducía hasta ella) y de ahí a Chimaera (Kimera) a ver el fuego eterno que brotaba de la tierra, entre las ruinas del enésimo templo griego que nos echábamos al cuerpo. La leyenda cuenta que de allí se lo llevaron al monte Olimpo, para encender la llama olímpica (o algo así creí entender yo). La cuestión es que el fuego parece que lleva saliendo de allí 2000 años por lo menos. La cosa no fue muy espectacular, las llamaradas no levantaban un palmo del suelo (yo esperaba llamas de metros!) pero fue interesante verlo, sobre todo imaginar ese templo con las llamas siempre encendidas! Hicimos noche en Antalya, para visitar la parte vieja de la ciudad, que nos gustó mucho.
Y eso ha sido todo, más o menos. Me dejo mil nombres por poner pero este ha sido el viaje más intensivo que hemos hecho, había tanto por ver! En cada esquina, un tesoro!!!
Mañana llegaremos a Madrid a mediodía y a casa por la tarde, deseando achuchar a todo el mundo! Como dice mi hermano que "no news, good news" (si no hay noticias, son buenas noticias) espero que todo haya ido muy bien. Besos besos besos!
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