Hoy hemos ido en tren a visitar Howth, un pequeño pueblo a diez kilómetros de Dublín cuyo principal interés radica en que está junto al mar y es tierra de pescadores, lo cual produce, a su vez, sendos efectos derivados: por un lado, es una zona residencial monísima donde los irlandeses pasan sus vacaciones, y por otro, ante la escasez de pescado disponible en Dublín, los domingos hay avalanchas de gente que se acerca hasta allí a comer. Además, aprovechando el tirón turístico (o causa de, no sabemos qué fue primero), ponen un mercadillo de delicatesens donde puedes comprar cosas exquisitas como berenjenas de Abarán (sí, nuestro Abarán mismo) junto a otras verduras y frutas ecológicas de la zona, ricas fresas irlandesas, que están en plena temporada, mermeladas y salsas caseras de todo tipo, aceite de oliva italiano, cosmética artesanal hecha de aloe, panes para perder el sentido (de semillas y frutas, con harinas integrales, sin levadura, etc), tartas y pasteles buenísimos, comer algo en los puestos que ponen (creppes, bocadillos de rostbeef y cosas así) y algo de artesanía.
Nosotros hemos intentado huir un poco de la avalancha principal, que se quedaba en torno al puerto, donde hay unas cuantas tiendas y restaurantes que ofrecen pescado, y hemos subido al pueblo, que está encaramado en una pequeña loma. Hemos comido en una taberna de allí un rico y casero "fish and chips" (pescado y patatas fritas) con pure de guisantes y salsa tártara que nada tenía que ver con lo que venden en los puestos de la calle, y un salmón salvaje de la zona que estaba espectacular. Luego hemos bajado al mercadillo y hemos comprado pan y unos pasteles: yo me he tomado un "bananoffe", una especia de magdalena hecha de bizcocho, rellena de toffe y con crema de plátano por encima, y Mateo una tarta de queso y arándanos frescos, que también están de temporada y son de la tierra, riquísimos ambos.
Nosotros hemos intentado huir un poco de la avalancha principal, que se quedaba en torno al puerto, donde hay unas cuantas tiendas y restaurantes que ofrecen pescado, y hemos subido al pueblo, que está encaramado en una pequeña loma. Hemos comido en una taberna de allí un rico y casero "fish and chips" (pescado y patatas fritas) con pure de guisantes y salsa tártara que nada tenía que ver con lo que venden en los puestos de la calle, y un salmón salvaje de la zona que estaba espectacular. Luego hemos bajado al mercadillo y hemos comprado pan y unos pasteles: yo me he tomado un "bananoffe", una especia de magdalena hecha de bizcocho, rellena de toffe y con crema de plátano por encima, y Mateo una tarta de queso y arándanos frescos, que también están de temporada y son de la tierra, riquísimos ambos.
Acabo de leeros,y hasta creo que he comido esas patatas con pescado y esos postre tan apetitoso, ese salmon salvaje no me hago la idea como está hecho. Anoche cuando llamaste por telèfono te pregunté donde estabas porque te oia muy cerca y ademas me dijistes que no llamariais poe teléfono, me dió mucha alegria oirte. Por aquí calor ymás calor.Un besaso
ResponderEliminar