Hola a todos! Gracias de nuevo por los comentarios que nos mandais y que nos reconfortan muchisimo. Y si, es verdad, Pablo, que ajenos estabamos esa noche que cenamos juntos en Cartagena de lo que nos esperaba por Africa..
Os escribo desde Vilankulo, desde un ciber con un solo ordenador, que ha tardado cinco minutos en arrancar el navegador, y que debe de tener mil virus porque me saltan ventanas cada dos por tres. Asi que esta entrada tampoco llevara foto, pero os la voy a contar y os la imaginais. Se ve una playa inmensa, con la marea baja. Al fondo las islas del archipielago de Bazarauto. La marea esta baja y el espectaculo de azules y amarillos es tan increible que, como me suele pasar cuando la belleza me atropella, se me ha hecho un nudo en la garganta y se me han saltado las lagrimas. En la orilla , montones de dhows, que son las embarcaciones a vela de aqui, llegan con el pescado, y las mujeres, con sus preciosas telas en la cintura y sus barrenyos de colores, se acercan a ellas a comprarlo. Otras ya estan en la orilla y se dedican a clasificarlo y limpiarlo. Los crios juegan al futbol en la arena, que esta llena de conchas, llena, llena, conchas blancas y nacaradas que brillan con el sol.
Vilankulo es el superparaiso, mas alla de Tofo, sin duda. Llegamos anoche, despues de pasar por Inhambane *que es una ciudad preciosa y tranquila* los virus no me dejan poner ni parentesis ni guiones ni na!, coger un ferry a Maxixe y otra chapa hasta aqui. Las chapas son los autobuses locales, que son una tortura porque meten en una furgonetilla a mas de veinte personas, ya os lo conte el otro dia, mas chofer, acomodador y acompante, y por supueto gallinas, sacos de harina, maletas, canyas y mil cosas mas. Cada vez que cogemos una nos juramos que nunca mais. Pero es que no hay otra opcion.
Bueno, ahora sabemos que si. Porque anoche conocimos a cuatro madrilenyas estupendas, que estaban haciendo el mismo viaje que nosotros pero al reves. Y nos contaron todo lo que habian aprendido de la zona de arriba y nosotros les contamos todos nuestros secretos de la zona de abajo. Me encanto estar con ellas. Son peluqueras de La Elipa y cada anyo se hacen las cuatro juntas un superviaje por Africa. Cuando vaya a Madrid pienso ir a su peluqueria. Ademas nos contaron, y eso me encanto, porque se parece a lo que yo hago con las tiendas de foto, que se cortan el pelo o se arreglan en cada sitio que van, para conocer a las peluqueras y peluqueros locales. De hecho acababan de hacerle un destrozo en el flequillo a una de ellas pero se morian de risa. Es un placer coincidir con gente como ellas, me encantaron.
Tengo cola en la puerta y me obligan a cortar. Este es el unico ordenador en unos cuantos kilometros. Bueno, contaros que estamos alojados en otras cabanyas estupendas frente al mar, las baobabs, *este es el territorio de estos majestuosos arboles, prometo fotos* que hemos comido en un restaurante buenisimo que se llama Varanda y que lleva una mujer que me ha dado toda la envidia del mundo, con sus perros y gatos paseando por el jardin, mientras ella se cortaba unos patrones para hacerse algo de ropa. Cuando sea mayor me quiero jubilar aqui y asi!
NOTA> Ya he corregido lo de los comentarios y cualquiera puede escribir en el blog, sin necesidad de registrarse en blogger. Asi tambien podra Eduardo escribiros desde esa seccion sin necesidad de entrar en el @panel de control@ del blog, que es mas lioso.
Cienbesos a todos!
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