Día 2 (Ciudad de México-San José de Los Cabos-Cabo San Lucas)
Hoy el día ha sido más moderado. Por la mañana desayunamos en el hotel y luego Paco nos tenía preparada una visita exprés por la ciudad. Fuimos a la Plaza del Zócalo, que es impresionante, aunque casi nos morimos de calor, fritos como gambas al sol, al mercado de artesanía y al de Sonora, que es el de la brujería (foto). Y ahí me habría quedado un día entero!
A mediodía tomamos un avión, rumbo a la Baja, y llegamos a San José como a las cuatro o cinco de la tarde. Allí nos esperaba Hidro, el segundo guía, con un supercoche. Bueno, Hidro se llama Manuel, pero como es de Aguas Calientes, y los de allí son "hidrocálidos", pues se ha quedado con Hidro, y así no nos liamos con el otro Manuel, el bombero.
Y de casa de Hidro a Cabo San Lucas, en la pedazo de suburban que han alquilado para nosotros, un bicho al que le caben 150 litros en el depósito, dicen que para poder correr por estas carreteras infinitas (y y digo que aquí lo de los vehículos ecológicos les queda lejísmos porque el litro de gasolina está como a unos cuarenta céntimos de euro, así que para qué preocuparse). El trayecto era de unos 30 km y ha sido chulísimo porque estaba atardeciendo, y los colores, el viento, las palmeras han hecho posible, por fin, esa imagen de México que tenía en mi cabeza.
Llegamos al hotel Las Olas, un sitio estupendo atendido por un matrimonio encantador, Don Carlos y su mujer, con un aire mexicano-playero-decadente de los que a mí me gustan, y con un ciber enfrente que está haciendo posible que os cuente esto día a día.
Cenamos en el puerto, territorio gringo. Y me llama mucho la atención que les monten "auténticas cantinas mexicanas", todas de plástico, como las que nos montan allí, teniendo a 500 metros las de verdad. Pero los gringos, que parece que vienen por aquí con frecuencia, a pasarse en todos los sentidos, son iguales en todas partes del mundo. No soportan la realidad y hay que suplantársela por una reproducción kitch de la misma para que sean felices.
Comentarios
Publicar un comentario