Hola a todos!
Me encanta leeros y saber que Los Eagles suenan por allí :)
Nos ha resultado imposible conectarnos hasta ahora. Sí hay cibercafés por todas partes, hasta en el fin del mundo, pero llevamos una agenda apretadísima. Durante el día, coche, desierto, ballenas... y por la noche, cuando llegamos al hotel, apenas nos dejan media hora, como ahorita mismo, para ducharnos y cambiarnos, para salir a cenar y dar una vuelta ya más guapos, porque llegamos a los hoteles hechos una pena, llenitos de polvo, sal y demás restos.
Así que os cuento rápido. Acabamos de llegar a La Paz, la capital de la Baja, una ciudad, hasta donde hemos podido ver, preciosa, junto al mar, y con un ambientillo que ahora mismo vamos a probar, en cuanto acabe de escribiros y me de una ducha exprés. Venimos de Santa Rosalía, donde ayer hicimos noche, después de pasar uno de los días más grandes del viaje, en la Laguna de San Ignacio, tocando ballena, pero hasta donde no os podeis ni imaginar. Hasta se dejaban besar. Ha sido increíble. También estuvimos en la Laguna Ojo de Liebre con ellas, en un día mágico, en el que el agua estaba como un plato y sólo se escuchaba el resoplar de cientos de ballenas a nuestro alrededor.
La experiencia del desierto también ha sido apasionante, miles y miles de cactus gigantes de los que nos hemos aprendido todos los nombres, pero eso os lo tendré que contar con detalle a la vuelta. Y una sorpresa: nuestros compas de viaje nos prepararon una boda sorpresa en la parte más impresionante del desierto, el Valle de los Cirios, camino de la Misión de San Borja, otro sitio increíble, parado en el tiempo. Bueno, pues eso, que nos casaron, con velo y ramo de flores incluido. Y fue genial. Afortunadamente hay fotos porque creo que ha sido la primera boda en la que había más fotógrafos que invitados.
Muchos muchos besos y me voy pitando a la ducha.
Llegamos el domingo por la tarde, creo. En realidad, mañana sábado ya cogemos el avión, pero como ganamos siete horas, me parece, la noche la gastamos a bordo. Volamos desde Los Cabos, vía DF, Madrid, Alicante. En fin, un infierno, pero es lo que tiene la vida del viajero, es durísima :)
Cienmil besos!
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