Día 4 (Cabo San Lucas-La Paz-Todos Santos-Ciudad Constitucion-Loreto)
Hoy nos ha tocado pegarnos otro madrugon. A las siete arrancamos hacia el desierto. Por fin! Hacemos compra basica porque todo esta cerrado y no hemos podido ni desyunar. Carretera Mexic 1, ahi vamos (hoy no pongo acentos porque la maquina no me deja).
Hacemos la primera parada en Todos Santos, para visitar en veinte minutos una iglesia, unos cactus y el (casi) mitico Hotel California, que no es el de Los Eagles pero casi, porque parece que estuvieron por aqui los muchachos. Ademas nos cuentan que la barra del hotel es la del "otro" California. O sea que casi. La verdad es que la decoracion del hotel era chulisima y ha merecido la pena refugiarse un ratito del calor alli dentro.
Seguimos rumbo a La Paz y hacemos la segunda parada programada del dia, para hacer la gran compra. Recibimos instrucciones claras y precisas. Entramos por parejas al super y procedemos. Hay que comprar lo necesario para 3-4 dias, sin demasiado volumen. Las cervezas las pone Paco. El maletero de la suburban es un tetris gigante. Manuel se encarga de la compresion. Y es que ademas de las maletas de los ocho que viajamos en el coche, llevamos dos hieleras, una para bebida, otra para perecederos. Y una tercera caja gigante para latas. El pan y los totopos (algo parecido a lo que nosotros llamamos "nachos" pero mas ricos) van fuera.
Ahora que ya llevamos comida para veinticinco dias, por lo menos, todos nos sentimos mas seguros y nos atrevemos a adentrarnos en el desierto de cactus que nos espera. Y avanzamos entre miles y miles de cardones, chollas y pitayas, unos cactus gigantescos, sobre todo los cardones, que se agarran a esta tierra dura con todas sus fuerzas. El paisaje es impresionante. Y son kilometros y kilometros de paisaje intacto. Atravesamos un puerto de montaña, camino de Loreto, y lo que vemos nos gusta aun mas.
Eso si, las paradas estrategicas de Paco para comer son un desastre. Hoy ha decidido que paremos junto a un transformador de la luz. Dice que es imposible adentrarse en el desierto. Pero vamos, que no avanzamos ni veinticinco metros. Lo peor ha sido el golpe de calor. En la suburban vamos con el aire acondicionado, como reyes, y ahi fuera, dios mio, hay cuarenta grados a la sombra por lo menos. O eso me parece a mi. Pero sobrevivimos. Pedro y yo a golpe de litros de protector solar pantalla total, pero sobrevivimos.
Llegamos a Loreto al atardecer y para aprovechar los ultimos rayos de luz nos acercamos directamente al puerto y al malecon, donde nos quedamos hechizados viendo a los pelicanos pescar. Luego nos vamos al hotel. Se llama El Dorado, y de momento es el mejor de los que hemos estado. Cenamos almejas y cabrilla a la plancha, un pescado riquisimo. Mateo aun tiene fuerzas y se va con Pedro a tomarse unas margaritas. Yo caigo muerta en la cama.
(adelanto del proximo dia: sobrevivo al pescado, madre, el anisakis mexicano no ha hecho su aparicion)
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