Guatemala/8 de Agosto (Biotopo del quetzal - Sayaxche)
Aquí empezó un día que seria horrible. Yo no lo sabía aún pero Sayaxche era el equivalente al rio de las tinieblas, el lugar en el que transcurre Apocalypsis Now.
Empezamos madrugando, para poder visitar el Biotopo antes de marcharnos hacia Sayaxche. Es una reserva natural que se parece bastante al espacio de El Ranchito, pero con lo caminos perfectamente transitables y todo señalizado, que para eso te cobran 40 quetzales en la entrada. El paso ha sido precioso pero no hemos visto un solo quetzal. Menos mal que antes fuimos a El Ranchito!
Después hemos cogido el bus hasta Coban y allí hemos parado a cambiar dinero. Ha sido horroroso. Calor y gente. No estábamos preparados. Hemos tenido que patear la ciudad durante dos horas con las mochilas a cuestas. El principio del infierno.
Llegamos a Sayaxhe como a las 17,30 y nos ponemos a buscar hotel. El que elegimos en la Lonely PLanet ya no existe. Mal rollito. Seguimos buscando y las opciones que nos quedan son tres: uno caro, uno medio y otro barato. Optamos por el medio: La Pasión. Qué ironía! En ese pueblo había de todo menos pasión... lo que pasa es que el río que la rodea se llama asi, La Pasión. Sepa dios a quien se le ocurrió. Coincidimos con dos londinenses majísimas. Cenamos juntos y luego nos vamos a tomar unas cervezas, la primera noche que "salimos" (debían de ser las 7 u 8 de la tarde, pero a esa hora aquí ya esta todo de noche). Nos llevan a un bar muy chulo, probablemente lo mejor de Sayaxche, El Botanero, con los asientos tallados en troncos pesadísimos que no hay quien pueda mover. El resto del pueblo es un horror: vaqueros armados y bien armados (pistola y escopeta), acompañados a veces de pitsburg negros, que cuando te acercas a ellos a menos de tres metros te gritan "what are you looking for?" (que estas buscando, idiota, les falta añadir), puticlubs y los perros mas flacos y hechos polvo del mundo. Los de Chajul a su lado parecen Roko y Lomo. Un horror. Me paso los días aumentándolos, comprando raciones de pollo frito y repartiéndolas en las esquinas. La gente me mira fatal pero me da igual, a ver si aprenden. Son unos salvajes. Sus culos están gordísimos y sus perros se mueren en sus puertas...
Antes de ir a cenar intentamos cruzar el río para ir a una café que ponía muy bien la guia. Hay que coger una barca y justo el sol esta poniéndose. Es precioso. Pero cuando llegamos al café nuevo chasco: solo hay guiris adolescentes chillando y no sirven la cerveza fresquísima que decía la guia. Nos damos la vuelta en el transbordador porque las lanchas ya se han acabado. Que horror de pueblo.
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