Belize/16 de Agosto (Caulker - Dangriga - Placencia)
Hoy ha sido un día de viajes. Día duro. Hemos empezado cogiendo un water-taxi que nos ha llevado desde Caulker a Belize City, que es como New Orleans: colorida, caótica y amontonada al borde de un río. No es la capital de Belize (que es Balmopan) pero hace las veces. La otra la crearon sólo para asuntos administrativos, pero parece que nadie viviera allí.
Luego hemos cogido un bus hasta Dangriga, la segunda ciudad en importancia del país, un estilo a Belize city pero más africana. Allí hemos tenido que esperar dos horas y pico a que saliera el bus a Placencia, y ha sido lo peor. Hacía un calor horrible. Luego el bus nos ha conducido hasta Placencia, el único cayo de Belize al que se llega por tierra (los cayos son islas). Y qué camino! En total calculo que habremos recorrido unos 150 km en todo el día pero eso nos ha llevado casi once horas de viaje. Llegamos a Placencia como a las 7 de la tarde, al borde la extenuación.
Menos mal que al llegar, mientras Mateo buscaba un hotel, me ha dejado con las mochilas en un bar, y ha dado la casualidad que el tipo que lo llevaba había vivido en España 15 años, así que ha sido mi salvación. Yo llegaba hambrienta, cansada y sedienta y le he pedido una cerveza y algo de comer. Pero me dice que no, que allí solo sirven bebidas, que me podía poner unos nachos y unas salchichas. Bueno, benditas sean. Pero mientras me las estaba tomando se acerca con un plato y me dice: "es mi cena, pero yo no me la voy a tomar entera, es comida de pobre, la he hecho yo y lo único que le falta son unas alcaparras". No podía creer lo que me decía. Era un plato de arroz con carne picada, su cebollita, su pimiento, pasas y aceitunas. Casi se me saltan las lágrimas de la emoción. Me dice que en Belize no se cocina así (eso ya lo había descubierto yo). Y que a Placencia uno no podía llegar con hambre. Me dieron ganas de abrazarlo. Fue el principio de todo lo bueno que nos vino después.
El hotel en el que nos alojamos esta muy bien, se llama Sea Spray y esta en el borde mismo de la playa. Tenemos hasta hamacas privadas. La primera habitación que nos dieron resulto ser muy calurosa pero al día siguiente nos cambiamos a una suite: un apartamento con cocina, tele, aire acondicionado, terraza con vistas al mar (que esta a unos veinte pasos, con unos cocoteros por medio) y una hamaca. El paraiso!
Me llama la atención la imagen que me habían hecho de Belize y la que me encuentro. Todo el mundo decía que este país tenia mucho más nivel que Guatemala, que había mucho dinero, que el transporte público funcionaba genial y las carreteras eran estupendas. Mi experiencia es que esta peor que Guatemala: los autobuses son los mismos de Guatemala pero sin decorar, con lo cual resultan muy sosos. La diferencia es que en éstos viajan negrazos con mucho swing y los pobres guatemaltecos ni lo tienen ni saben donde queda. Pero en Guatemala funcionaba una red alternativa de furgonetas que hacía que no tuvieras que esperar mucho y que siempre hubiera alguna que iba directa a tu destino.
Las casas son muy chulas porque todas están pintadas de colorines, pero vamos, cuatro tablas y desconchones por todas partes. Así que he llegado a la conclusion que la gente que dice eso no ha viajado por Belize. Es verdad que el país tiene algunas zonas de turismo de nivel (Placencia es una de ellas, las otras están al norte), pero vamos, eso es como confundir Cancún con México! Bueno, a favor de Belize sumo la musica también. Les encanta el reggae, le llaman " la belizian music" y suena por todas partes. Es muy agradable.
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