Este viaje promete ainda: despues de visitar un planeta Kruger unicamente
habitado por seres animales que nos permitieron entender tanto, nos
deslizamos hacia el oceano de colores de Moçambique, donde belleza e
injusticia bailan marrabemta.
Agradezco tanto a Monica es posibilidad de escribiros que la emocion me
impide siquiera iniciar la paleta de sensaciones que nos embargan cuando
negociamos cada paso, paseamos cada calle sin aceras, tropezamos con
cicatrices y fotografiamos cada mirada.
Besos y saude.
Comentarios
Publicar un comentario